martes, 8 de julio de 2014

FALACIA AD IGNORANTIAM

El "Argumentum ad Ignorantiam" es una falacia que consiste en sostener la verdad (o falsedad) de una afirmación alegando que no existe evidencia de lo contrario. Quienes argumentan de esta manera no basan su argumento en el conocimiento, sino en la ignorancia, en la falta de conocimiento, por lo que también se la conoce como "Llamada a la Ignorancia".

En debates sobre pseudociencia o religión, es frecuente que uno de los participantes recurra a la Falacia Ad Ignorantiam, intencionadamente o por ignorancia. Es un error que se comete en la argumentación cuando se dice que si se ignora que algo es falso debe considerarse verdadero. Eso sucede, por ejemplo, en afirmaciones del tipo “Dios existe porque no está demostrado que no exista” o su contraria “Dios no existe porque no está demostrado que exista”. Ambas afirmaciones son argumentos “ad ignorantiam”.










No se puede demostrar que yo no tengo razón, por tanto la tengo (aunque sea también imposible demostrar que tenga razón, pero eso es otra cosa de la que no me conviene hablar).



Las falacias pueden definirse como errores en la argumentación, en la estructura lógica formal de la misma. Son argumentos que caen en fallos de razonamiento la invalidez del cual no se debe directamente a la presentación textual, sino a otros motivos que pueden pasar desapercibidos a primera vista. Estos argumentos a pesar de ser incorrectos pueden ser persuasivos por vía psicológica. Es decir, dar la impresión de contundencia y veracidad a quién los oye o los ve, especialmente a un tercero que observa un intercambio de argumentos.

El nombre de nuestro blog y la página de facebook (facebook.com/NoEstacientificamenteDemostradoQue) es una crítica a este tipo de argumentación falaz, como la que hizo la periodista Mariló Montero cuando en un programa de TVE afirmó que "no está científicamente demostrado que el alma no se transmita en un trasplante de órganos.

FALACIA AD HOMINEM.

Ad Hominem es un tipo de falacia lógica usada en un debate para rebatir el argumento del contrario.

En lugar de refutar la verdad, es decir demostrar la falsedad de un razonamiento, se ataca a la persona que lo dice, por ejemplo: cuando se afirma que un discurso es falso porque lo sostiene gente indeseable, extremista, drogadicta, etc. Este razonamiento falaz convence a través del proceso psicológico de la transferencia, al provocar una desaprovación de la persona y convertirla en desacuerdo con lo que esa persona dice. La conexión es psicológica y no lógica, pues hasta el mas perverso de los hombres puede razonar correctamente o decir la verdad.